martes, 12 de junio de 2007 19:34
Yo me salvé, por suerte no tuve un INFARTO CEREBRAL
Los otros días me trompecé (como cantaba el Petoto el tema: Tropecé de nuevo con la misma piedra) y me caí, enseguida vino el encargado del lugar y me pidió que dijera unas palabras, yo apenas balbuceaba. Después me pidió que me ponga de pié, apenas si podía gatear en 4 patas, después me pidió que levante los brazos, los levanté y me enterré de jeta al piso ya que estaba arrodillado y me sujetaba con ellos.
Se acercó un señor que estaba allí, quien dijo ser médico y le preguntó que trataba de hacer, el encargado le respondió que estaba tratando de establecer si se determinar si era un infarto cerebral.El médico me miró, se me acercó y luego se dirigió al encargado del lugar y le dice: Quedate tranquilo, son las 5 de la matina, me parece que esta un tantito mareado, hacele un café amargo que para cuando cierres el cabaret ya va a estar recuperado, TIENE UN PEDO INFERNAL.
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